En una noche tranquila
las ventanas sudan de miedo,
las puertas gritan de angustia,
mi corazón busca un anhelo.
En una noche tranquila
las gaviotas preparan su entierro,
la luna se muere de celos,
el mundo se convierte en un trueno.
¿Será que la noche tranquila
se duerme ante el desespero?
O será que mis brazos vacíos
no encuentran el fulgor de tu pecho…
Tu corazón late en silencio
y tus ojos sordomudos se aquietan,
mientras mis venas arden
desnudas agonizando tu presencia.
Cómo saber si la sombra nocturna
se calla por miedo,
o si el silencio es la causa
de su inmenso y total desenredo.
Cómo descifrar, amor mío,
esa lengua que has dejado en las sombras,
esas huellas que dejaste en la tierra
y esa luna que bebiste en la hoguera.
Respiro las horas junto a las tuyas
tratando de entender tu misterio,
y mientras la noche tranquila se forma,
mis labios reclaman tu aurora.
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